Día Internacional del Jazz - el jazz como estilo de vida
Como es bien sabido por los aficionados recalcitrantes a esta música adictiva e infinita, el 30 de abril (cumpleaños de Duke Ellington), es la fecha elegida para celebrar el día Internacional del Jazz, a iniciativa de Herbie Hancock, otra de las grandes figuras del género.
El jazz va mucho más allá de una música con unos parámetros (tan flexibles y difusos como fascinantes). El jazz, además de escucharse, se baila, se comenta, se analiza y discute y se refleja en otras muchas disciplinas artísticas.
El jazz es un estilo de vida.
La iniciativa de Montse Merino, dueña de la tienda JazzyMás, figura influyente y relevante en la escena madrileña desde hace un par de décadas, para celebrar el International Jazz Day iba en esta línea: la de vivir el jazz más allá de conciertos: vivirlo para celebrarlo.
Ayer Montse convocó una soirée – me encanta el término aunque no estoy segura de su pertinencia en este caso concreto – en su tienda para inaugurar la exposición de David Vaamonde, un artista multidisciplinar cuyos trabajos están muy vinculados a la música en general y al jazz en particular.
La cita reunió a aficionados de los que no pueden pisar una tienda de discos sin llevarse algo con críticos y periodistas; fotógrafos y artistas y a esta que escribe, que por cosas de la vida pertenece a casi todas esas categorías.
Libros y discos, arte, intensas charlas, vino tinto y la sensación de estar dentro de una película de Woody Allen. Así celebramos ayer el día del jazz.